sábado, 21 de agosto de 2010

José Saramago muere a los 87 años

En cierto sentido se podría decir que
letra a letra, palabra a palabra,
página a página, libro a libro, he
venido, sucesivamente, implantando
en el hombre que fui los personajes
que creé. Considero que sin ellos no
sería la persona que soy, sin ellos
tal vez mi vida no hubiese logrado ser
más que un esbozo impreciso, una
promesa como tantas otras que de
promesa no consiguieron pasar,
la existencia de alguien que
tal vez pudiese haber sido
y no llegó a ser…”